jueves, 16 de enero de 2014

               XII Feria de la Trufa de Abejar (Soria)






Hace unos días, y gracias a un familiar, tuve el raro privilegio de poder acompañar a un trufero, es decir a una persona que se dedica a buscar trufas en el campo, en su jornada laboral. Y digo raro privilegio porque es muy difícil que ninguno de ellos se preste a que le acompañes, y más aún que me autorizara a contar mi aventura. Pero antes de empezar a contar lo que pasó, tengo que explicaros que la trufa negra de invierno o “Tuber Melanosporum” es un hongo que se encuentra debajo del suelo (no tiene nada que ver con la rica trufa de chocolate que muchos de vosotros habréis comido y que sale de las manos de su cocinero y no bajo tierra) en el período invernal debido a que crece asociada a la raíz de un árbol, principalmente encinas, robles o avellanos.




La jornada no empezó muy pronto porque esos días había helado y mi experto acompañante me indicó que era mejor esperar a que el sol deshelase el suelo. Quedamos sobre las 9 y media, en un pueblo de cuyo nombre no me acuerdo, donde él me recogió. Mientras llegábamos a los sitios donde salía el preciado fruto, el trufero me fue explicando que íbamos a un coto de su propiedad (las zonas están acotadas y se paga por recoger la trufa, no hay zonas libres) y que este año, por la sequía, apenas lo visitaba porque no había recogido hasta entonces casi ninguna trufa (la temporada empieza el 1 de diciembre), a la vez que despotricaba contra el calentamiento global (la trufa, como cualquier seta, necesita agua cuando empieza a desarrollarse). Por ello me dijo que probablemente nos costaría encontrar  una trufa en nuestro paseo y que en el caso de que no encontráramos ninguna, no debía preocuparme porque nos iríamos a buscar seguidamente a unas de sus plantaciones de encina trufera donde la producción era más estable gracias al riego; yo lo miré sin decirle nada, mientras pensaba que para mí, hombre de espíritu curioso (¡que no cotilla!), cualquier cosa que iba viendo ya me parecía nueva, y por tanto fascinante, y estaba seguro que pasara lo que pasara. para mi este iba a ser un día especial y muy interesante.

Trufero buscando trufas en el Concurso de Abejar.
 Llegamos a nuestro destino, él se vistió con una especie de  chaleco de cazador –me explicó que lo llevaba porque sus múltiples bolsillos eran muy útiles- y sacó del coche a sus dos perros. Inmediatamente me quedé fascinado por la forma en la que se movían los animales, por como trabajaban. Nos internamos unas pocas decenas de metros dentro de un monte de encinas poco espeso y llegamos a una zona donde la vegetación era más escasa, y aunque él se esforzó en explicarme que eso era un lugar típico de trufas, yo no veía mucha diferencia con el resto de lo que tenía a mi alrededor (ya sabéis que los de ciudad somos unos zoquetes en el campo y ya tengo yo bastante con ser capaz de diferenciar una encina de una palmera como  para reconocer lo que él llamaba una “trufera”, aunque claro está, puse cara de “tio enterao” para no defraudarle).  Entonces empezó un espectáculo fascinante: el empezó a pedir a los perros que buscarán y los perros iniciaron una perfecta coreografía con una sincronización propia de la, valga la redundancia, natación sincronizada.  Vi como perro y amo se unían formando un solo ser, era como si el los manejará con hilos invisibles. Los perros se movían por la zona con la nariz pegada al suelo, mientras su amo los iba dirigiendo de una zona a la otra de la trufera, insistiendo cuando creía que podía haber algo y al revés, siempre interpretando la actitud del animal. Sin embargo, en un momento dado, y quizás movido por el interés de encontrar alguna trufa para que yo viera como la sacaba y como era, debió de insistir demasiado, y uno de sus perros, el labrador canela, el de aspecto más nervioso, se volvió y se le quedó mirando unos segundos con mirada inteligente, yo me quedé perplejo observándolo mientras podía leer claramente en sus ojos como le  preguntaba a su amo  porque le seguía insistiendo,  si acaso no veía que no había nada y era inútil seguir buscando. ¡Fue tan sorprendente que me pareció que el perro hablaba!


Recorrimos más lugares como aquel, sin más suerte que en el primero, y ya estábamos a punto de desistir cuando en la pedregosa ladera de una pequeña colina, uno de los dos perros empezó a mover la cola con alegría y excavar la tierra con sus patas delanteras. Mi acompañante se acercó raudo, se arrodilló junto al animal -al que dio un trozo de comida en recompensa- y con un extraño cuchillo de punta roma y hoja ancha se puso a cavar en la tierra de forma cuidadosa (para no romper la trufa ni las raíces); al cabo de un par de minutos extrajo una bola negra de aspecto rugoso y de un tamaño ligeramente más grande que una  nuez que desprendía un fuerte olor muy particular. Se volvió, la puso en mi mano y me dijo que ahí tenía la primera trufa de la temporada (en ese monte supongo). Yo la miraba con auténtica veneración, como si me hubieran entregado el Santo Grial, mientras le daba vueltas para verla desde todos los lados; el perro me miraba con sospecha como si no estuviera muy convencido de que yo fuera de fiar y pudiera escaparme con la trufa en cualquier momento así es que decidí devolvérsela a su dueño y nos volvimos al coche, todos muy contentos por nuestro éxito. El día era frïo y empezó a medio nevar, por tanto y visto el cariz que tomaba la mañana, lo más aconsejable era volver a la civilización y yo me despedí de forma cortés de mí cicerone, realmente agradecido por haber tenido la oportunidad de haber podido presenciar algo tan interesante.

Experiencia real vivida el año pasado por un colaborador de este blog.

La Feria:

La XI Feria de la Trufa se celebrará por 12º año consecutivo en Abejar durante los días 15 y 16 de febrero de 2014. Su origen nace como una idea de la Corporación Municipal de Abejar debido a la importancia económica que este recurso de nuestros montes tiene en nuestra zona. Unica feria específica de la trufa que se celebra en Castilla y León, se ha convertido en un lugar de encuentro de productores, recolectores y comercializadores de trufa, empresas conserveras, hosteleros, cocineros, profesionales de turismo rural y público en general, que al fin y al cabo son los consumidores finales de este apreciado recurso de la tierra.

Cocinero trabajando en la Feria.
Objetivos iniciales:


Cata de trufa.

-  Dar a conocer la trufa negra para incentivar su consumo o degustación, hacer buena cocina, crear mercado interno y fomentar su cultivo como una alternativa rentable, ecológica y sostenible en muchas zonas rurales.

-  Ofrecer un paquete turístico que incluye además del alojamiento estas actividades complementarias en torno a la trufa, con el fin de fomentar y desestacionalizar el turismo rural, medioambiental y ecológico.

-     Revalorizar este recurso, dándolo a conocer y resaltando su valor natural, de una manera didáctica y lúdica.

A lo largo de los dos días que dura la feria aquellos que la visiten tienen a su disposición un completo programa que les permitirá conocer un mundo  asombroso desde todos sus ángulos a la vez que nuestro paladar disfruta con el inigualable sabor que añade la trufa a la cocina.

Expositores: 

Aire Puro de Urbión. Vivero Abejar (Soria) 
Asociación Forestal de Soria. Soria (Soria) 
Bongui. Rioseco de Soria (Soria) 
Casa Ubieto. Productos trufados Ayerbe (Huesca) 
Diputación Provincial de Soria. Soria (Soria) 
Elfos Wild-Fungi. Cabrejas del Pinar (Soria) 
Fundación Cesefor. Soria (Soria) 
ID Forest-Biotecnología Forestal Aplicada. Venta de Baños (Palencia) 
Inotruf. Vivero Sarrión (Teruel) 
Punto de información. Ayuntamiento de Abejar. Abejar (Soria) 
Quesos Flor de Guara. Las Almunias de Rodellar (Huesca) 
Sistemas de Riego Hidromatic. Estivella (Valencia/València) 
Soria Shop. Vinuesa (Soria) 
Trufa Pasión. Sarrión (Teruel) 
Viver-Truficultura. Viver (Castellón/Castelló) 
Viveros Alto Palancia. El Toro (Castellón/Castelló) 
Viveros Encitruf y Riegos Javier López. Soria (Soria) 
Viveros Tuber. Soria (Soria) 
ViverosVeplam. Soto de Cameros (Rioja (La)

Programa:




Podemos empezar el día 14 con la conferencia que nos plantea un tema de gran preocupación y actualidad.
El día siguiente nos ofrece numerosas actividades como visitar una plantación trufera, que no es el sitio donde se plantan trufas y luego de ellas salen otras (como en un huerto) sino que lo que se hace es plantar árboles –normalmente encinas o robles- y después de unos años de esmerados cuidados, esa planta produce trufa (perdonad los que ya lo sepáis, pero el mundo de la trufa es bastante desconocido y como es posible que alguno de nuestros lectores desconozca prácticamente todo sobre este tema, hemos creído conveniente explicarlo). Después de haber visto de donde sale el producto, que mejor que probar sus inmejorables efectos culinarios con la cata de trufa y el menú trufado (¡Que rico!). Eso sin dejar de estar pendientes de los interesantes concursos que se desarrollarán a lo largo de la jornada. Y para guinda un taller de micorrización donde aprenderemos como introducir el hongo en la planta para que esta sea productora de trufas.



Stand de la feria.
El día siguiente no es menos atractivo y comienza con algo que no debéis perderos bajo ningún concepto: el Concurso de Caza de Trufa con Perro. Es un espectáculo inolvidable ver como estos animales buscan el preciado hongo. Al verlos uno se queda asombrado de su inteligencia y  habilidad y es muy curioso ver como se sacan las trufas (probablemente os sorprenda). Y para rematar, nada más y nada menos que una suculenta degustación de productos trufados.

Mientras. durante estos días, en el recinto ferial, podéis recorrer los stands dedicados a diferentes ámbitos de este sugestivo mundillo.

Actividades


VISITA GUIADA A LA FINCA TRUFERA DE AROTZ. (Incluye la Demostración de Caza de Trufa con Perro)
DÍA. Sábado, 15 de febrero de 2014.
LUGAR. La salida se realizará desde el Albergue Cañada Real de Abejar.
HORARIO. Se establece en tres turnos:
  • 11:30 horas
  • 12:30 horas
  • 17:30 horas
PLAZAS. Las plazas están limitadas a 50 personas por cada turno.
PRECIO DE INSCRIPCIÓN: 10 €/persona.

TALLER DE MICORRIZACIÓN
DÍA. Sábado, 15 de febrero de 2014.
LUGAR. Centro Cultural del Ayuntamiento de Abejar (junto al Recinto Ferial).
HORARIO. Se establece en dos turnos:
  • 17:30 horas
  • 19:00 horas
PLAZAS. Las plazas están limitadas a 25 personas por cada turno.
PRECIO DE INSCRIPCIÓN: 5 €/persona.



La villa de Abejar

Vista de Abejar.

La Villa de Abejar se encuentra situada al Noroeste de la provincia de Soria, en la N-234, a 28 Km. de la capital y a una altitud de 1.138 m. Denominada “La Puerta de Pinares”, abre paso a los Pinares de Urbión y la cuenca inicial del Duero. Desde sus praderas, parajes y miradores, se pueden contemplar las sierras de Urbión y Cebollera, las extensas masas forestales de pinos, robles y enebros, o el pantano de la Cuerda del Pozo, importante centro de interés turístico y lugar ideal para la práctica de deportes náuticos.
Abejar se ha decantado por el micoturismo como elemento desestacionalizador que está permitiendo el incremento del sector turístico a gran ritmo hasta convertirse en una de las bases de la economía local y en concreto con la trufa negra, la "Tuber Melanosporum", se pretende ser referente a nivel nacional de este preciado hongo comestible, denominado “el diamante negro”. Abejar cuenta en sus inmediaciones con la finca trufera más grande de Europa "Los Quejigares", con una extensión de 619 Ha. de encinas micorrizadas.

Como llegar:

Enlaces: http://www.feriatrufasoria.es/

Videos: https://www.youtube.com/watch?v=QyWxtSdJ46U (Feria de la Trufa 2013)

https://www.youtube.com/watch?v=FnUhqqvfs88 (pueblo de Abejar)

https://www.youtube.com/watch?v=e92MgYnPxX0 (buscando trufas en la VII Feria, entre la nieve)



© Todos los derechos reservados. Las fotos han sido amablemente cedidas por la organización de la Feria, no usar sin su autorización.

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